CIUDAD DE VIDA Y MUERTE (City of life and Death) (China, Hong Kong; 2009) Drama, Bélico. Media: 6,90

Director: Lu Chuan
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Intérpretes Principales: Liu Ye, Fan Wei, Hideo Nakaizumi, Gao Yuanyuan, Yiyan Jiang. Ryu Kohata.
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Argumento: Año 1937. Las tropas japonesas han entrado en la capital provisional de China, cuya cruel ocupación será conocida como “La Violación de Nanjing”.
Se alterna el punto de vista de los japoneses y los chinos para pintar un retrato impresionista y convincente de las condiciones de la vida cotidiana en la devastada ciudad y cuenta minuciosamente los dilemas éticos experimentados por los que sobreviven en tiempos de guerra.
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Mi opinión: Implacable film de corte bélico pero que va más allá de la contienda armamentística, para detenerse, a la manera casi de un documental, en la vicisutes, los tormentos, humillaciones y excarnio de la población civil de la ciudad de Nanjing por parte de los crueles soldados japoneses.
Y a pesar de que la violencia y exterminación por parte de los nipones es mostrada con gran intensidad dramática, sin escatimar las mayores perversiones humanas, aunque casi siempre fuera de campo, este film ha sido prohibido en China debido, entre otras cosa, por estar narrada según la mirada de un honesto soldado japonés y porque, según el parecer de las autoridades chinas, la crueldad nipona está mostrada de forma blanda, pues la realidad fue mucho peor.

Puede ser, pero Lu Chuan, el realizador, no se guarda nada impactante en la recámara, aunque bien es verda que se podría haber regodeado. No es su intención, sino mostrar a las claras el impacto sobre los débiles de las terribles consecuencias de las guerras.
Fotografiada en un blanco y negro precioso (galardonada en el Festival de Cine Internacional de Donostia 2009), posee la valía de lo auténtico, de lo creíble, gracias al buen pulso cinematográfico mostrado, tanto en la parte técnica, impecable en su ambientación y muestra del horror, como en la intimisma, con intensos apuntes dramáticos donde las familias sufren la barbarie del enemigo.
Buena película, ganadora de la Concha de Oro en el certamen donostiarra, que se necesita ver en la pantalla grande para sentir el horror y devastación de una contienda cuando la sienten los civiles. Que en esta ocasión no son víctimas colaterales sino pedazos de carne a las que machacar.