Director: Anthony Dawson (Antonio Margheriti)
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Intérpretes Principales: Richard Harrison, Wandisa Guida, Ettore Manni, Philippe Hersent, Ralph Hudson, Nicole Tessier, Gofredo Unger, Renato Baldini, Piero Lulli, Alessandro Sperli, Alberto Dell'Acqua.
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Argumento: Tras una derrota en las Galias, Julio César decide no regresar a Roma hasta no haber vencido a sus adversarios. Para ello debe inutilizar una potente catapulta que se encuentra en una resistente aldea gala.
Para llevar a cabo esta misión designa a un pequeño grupo de soldados.
Así, la víspera de la batalla contra el ejército de Vercingétorix, un grupo de legionarios romanos, guiados por Claudio Marcello, recibe el encargo de neutralizar la perversa máquina de guerra que han construido los druidas para acabar con el ejército invasor de César.
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Mi opinión: Entretenido peplum...si no se le exige nada más que pasar el rato. En realidad, aunque genuinamente "película de romanos", como las llamábamos de chicos, más se trata de un film de "hazañas bélicas", de parecida temática, al igual que muchas cintas de parecido pelo, a "Doce del patíbulo", aunque en esta ocasión sólo sean cinco valerosos romanos que prácticamente solos ganan a toda la Galia. En fin...
No es de los peores que se hicieron como churros en la década de los sesenta y setenta principalmente, pero tampoco es muy destacable.
Pero no aburre dada la cantidad de acción, no mal presentada en pantalla. Se nota que ha habido cierta cantidad de dinero y que no es, por tanto, barata.
Aspectos técnicos competentes como la buena fotografía a cargo de Fausto Zuccoli y la potente banda sonora de Carlo Rustichelli, que esta vez sí deja ver el bosque, son buena prueba de ello. La razón de su buen empaque es que se trata de una co-producción entre dos países, Italia, nada raro, y Francia, esto ya más extraño, puesto que la mayoría de co-producciones de péplums europeos se hacían entre Italia y España.
Aspectos técnicos competentes como la buena fotografía a cargo de Fausto Zuccoli y la potente banda sonora de Carlo Rustichelli, que esta vez sí deja ver el bosque, son buena prueba de ello. La razón de su buen empaque es que se trata de una co-producción entre dos países, Italia, nada raro, y Francia, esto ya más extraño, puesto que la mayoría de co-producciones de péplums europeos se hacían entre Italia y España.
Dejando esto aparte, se destaca la belleza de Wandisa Guida.
El resto, normal, pero indudablemente su visión no causa molestia ninguna, pero hay que valorarla teniéndola en cuenta como ejemplo del cine europeo en coproducción que se hacían en aquellas décadas, claro. Si no...
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